- Si bien un nivel alto de PIB per cápita es una condición necesaria para el progreso social, no es suficiente si no se acompaña de políticas públicas cuyo objetivo sea aprovechar los recursos económicos disponibles de una forma sostenible para impulsar el desarrollo social incluyente.
- La medición multidimensional de la pobreza permite incorporar una perspectiva de derechos sociales más allá del ingreso, muy en línea con el objetivo del IPS de entender el progreso de las personas más allá de las variables de ingreso.
- Entre 2015 y 2019 se observan avances en el progreso social del país, con un incremento acumulado de 2.2 puntos en dicho periodo, mientras que en el periodo post-pandemia se observa un ligero avance de 0.6 puntos.
- No obstante, en los años críticos del impacto de la pandemia se observan caídas significativas en el progreso social en el país, entre 2019 y 2021 la caída fue de 2.1 puntos.
- La magnitud en el avance del progreso social desde 2015 hasta 2019 es prácticamente la misma que la observada en el retroceso acumulado entre 2019 y 2021.
- Durango, en general, se mantiene en niveles apenas por encima de la media nacional; sin embargo, se mantiene rezagado frente a sus principales estados vecinos y bloques regionales que tienen la misma proporción poblacional, y, además, son nuestros principales competidores por atraer inversión de capital.
- La “política industrial” de Durango debe estar muy de la mano y asociada a la inversión federal; sin embargo, también debe estar sujeta a una correcta y estricta administración de recursos. La prioridad es infraestructura: agua potable, bienes sociales, electricidad, acceso a vías de comunicación y conectividad regional.
