Ante la grave crisis que existe para contener, controlar, erradicar o simplemente lidiar con el crimen organizado en México, se escucha demasiada alharaca. Desde la perspectiva de Leonardo Álvarez, este debate se ha perdido sistemáticamente por parte de académicos, intelectuales y hasta de gobierno y autoridades inmiscuidas de los tres niveles de gobierno. Los civiles no han hecho más que empeorar el problema.
Al parecer, todo es un debate político mezquino en donde se reparten culpas y se evaden responsabilidades. Lo que esto nos lleva a que en la actualidad, se esté reconfigurando un estado fuerte -militarizado-, al estilo del viejo régimen de gobierno priísta, en el que de manera centralizada y vertical, a partir del control territorial, el ejército y las fuerzas armadas concentren poco a poco las políticas de combate del crimen organizado.
Y, sin embargo, ¿Qué hacer con el crimen organizado en México?, sigue siendo «LA PREGUNTA».
En esta breve presentación se busca analizar la evolución de este mal de nuestra sociedades contemporáneas -para unos un mal necesario-, a la luz de este lento pero consistente tránsito de ser unidades de organización simples y de carácter nacional, con objetivos muy generales y concretos, donde el Estado controlaba y mantenía a raya las actividades ilícitas; y pasar, con políticas erráticas y de descentralización política bajo el mando civil, a verdaderas instituciones cada vez más complejas y diversificadas, en los que se ha perdido el control institucional y territorial del Estado en estos menesteres. De hecho, la transición democrática en México, paradójicamente, hoy está amenazada por estas fuerzas que controlan casi todas las actividades y presupuestos de gran parte del territorio y municipios del país.
El papel de la justicia debe ser hoy, como en otros casos, uno de los temas centrales. La reforma judicial que se discute y algunas de las políticas ya en proceso en materia de amparo y de amnistía, me parece, explican parte del avance que en esta materia, veremos en los próximos años.
